Hace una semana, Rihanna nos presentaba su séptimo álbum de estudio, Unapologetic. Con un concierto que, por cierto, estuvo plagado de errores de por parte de la banda y el equipo de sonido.
MÚSICA
La cantante de barbados es la única capaz de sacar un disco anual y ser un éxito de ventas, año tras año. En este Unapologetic nos presenta un estilo misterioso, en el que le da más protagonismo a la voz. No quiere demostrar que además de sacar canciones que se venden, canta, y lo hace muy bien. Consigue no caer en la monotonía tras seis discos a su espalda. Sin embargo, la entrega anual tiene pegas importantes. En su anterior disco y ente último se ha visto claro, cosa que no pasaba en Loud. Los que ocurre es lo siguiente: presenta dos o tres temazos y la mayoría llegan a ser números unos, sin embargo, el resto de la lista no deja de ser puro relleno. Diamonds es espectacular, Stay, distinta y ligera y Right Now la más cañera, aunque hay partes que parecen grabadas de una cadena de ensamblado de coches... Las demás canciones, salvo excepciones, sobran.
IMAGEN
Rihanna aparece en este álbum más natural, sin colores extravagantes en su peinado. No varía mucho de la imagen que nos mostraba en Talk That Talk, aunque deja atrás el perfil de chica "dejada y fiestera", que tan poco nos gustaba.
El logotipo, la R, se mantiene igual, pero las palabras que la forman ahora están escritas a mano. Esto también ocurre en los títulos de las portadas.
Un acierto, que no ha entendido Christina Aguilera, es mantener el misterio de su imagen en sus apariciones públicas. Un claro ejemplo es la performance que hizo en The X Factor UK.
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